Desde el IBIS podemos hacer una investigación muy competitiva a nivel internacional

El profesor López Barneo trabaja en encontrar soluciones a la muerte de las células del sistema nervioso, provocante de enfermedades tan comunes como el Parkinson o el Alzheimer, y en las consecuencias de la disminución de oxígeno en la sangre

José_López_BarneoJosé López Barneo es uno de los investigadores más conocidos con los que cuenta la Universidad de Sevilla. No en vano, está vinculado con la institución desde el año 1969 a donde llegó para estudiar Medicina desde su Torredonjimeno natal y siempre con una clara vocación científica. “Soy profesor y me gusta la docencia, pero siempre he tenido preferencia por la investigación”, señala el catedrático de Fisiología de la Universidad de Sevilla. Su labor investigadora se ha centrado en el sistema nervioso, central y periférico.

Después de pasar estancias en el extranjero para continuar su formación (París, Pensilvania, Nueva York y Standfod), el profesor López Barneo regresó a la Universidad de Sevilla con la firme intención de crear un grupo de investigación de referencia internacional. En aquella época tenía un valor añadido hacer investigación desde tu tierra, contribuyendo de esta forma al desarrollo social de la comunidad. El Instituto de Biomedicina de Sevilla surgió hace más de una década por la necesidad de dotar a su grupo de investigación de una infraestructura científica acorde a los proyectos en los que estaban embarcados, siempre buscando solución para las enfermedades, y por acercarse al entorno de los hospitales, porque es donde están los principales problemas médicos.

Una de sus líneas de investigación se centra en la neurodegeración, conocer porqué se destruyen las neuronas cuando se llega a cierta edad. Esta es la base de dos enfermedades muy comunes en la actualidad, el Parkinson y el Alzheimer, sufridas por casi un millón de personas en España. El principal factor de riesgo de ambas es la edad. “Investigamos la causa de la muerte de las neuronas. Procuramos que la progresión de la enfermedad sea lo más lenta posible a través de terapias celulares, esto es, introducimos células con dopamina y que sustituyen a las células muertas, Los ensayos clínicas realizados han dado resultados medios, pero esperanzadores”, explica.

Otro de sus proyectos es conocer las consecuencias de la disminución del oxígeno en la sangre, que se produce, por ejemplo, con la apnea del sueño, otra patología que afecta a millones de personas. Estudiamos como afecta esa disminución de oxígeno al corazón y al cerebro.

Su dedicación a la investigación se ha visto condicionada en los últimos años por los esfuerzos realizados a la búsqueda y la coordinación de recursos, pero está convencido de que “ha merecido la pena tanto trabajo” una vez que el IBIS se encuentra a pleno funcionamiento y con numerosos grupos de investigación con jóvenes científicos buscando soluciones a las enfermedades actuales.