Dos investigadores de la US líderes europeos en Fisiología celular y Biología molecular

La Unión Europea quiere que la investigación desarrollada en nuestro continente sea excelente y que, además, afronte los principales retos de la sociedad. Para conseguirlo ha puesto en marcha el Horizonte 2020, un ambicioso programa de financiación que estará vigente durante los próximos cinco años y para el que la Universidad de Sevilla ha realizado un plan estratégico de posicionamiento. Prueba de ello es el resultado obtenido, consiguiendo captar en el primer año de convocatoria H2020 el 80% de los fondos conseguidos durante los seis años del anterior Programa Marco Europeo, el 7PM. Así, en la US se están llevando a cabo 21 proyectos de investigación financiados por el H2020, entre los que destacan los concedidos a los Catedráticos José López Barneo y Andrés Aguilera López en la convocatoria ERC Advanced Grants, una de las más relevantes a título individual de todo el H2020.
Ambos tienen en común una trayectoria investigadora brillante de más de tres décadas, una carrera científica en la que estancias y conferencias en centros internacionales de primer nivel y publicaciones en revistas como Nature o Science no son una excepción, sino casi una norma autoimpuesta para situarse entre los mejores del mundo en sus respectivas áreas del conocimiento: Fisiología celular y Biología molecular.
López Barneo estudia desde el IBiS los mecanismos que tienen las células para adaptarse a la falta de oxígeno. El pasado año centró sus esfuerzos durante tres meses en la redacción de un proyecto para abordar de forma innovadora este tema, en el que su grupo lleva trabajando 25 años. Andrés Aguilera por su parte investiga en CABIMER la inestabilidad genética producida por híbridos de ADN-ARN y el proyecto por el cual le han concedido un ERC Advanced va dirigido a profundizar en el conocimiento de esta patología de las células, normalmente asociada a procesos tumorales. Ambos comienzan sus proyectos europeos a finales de 2015 y finalizarán a finales de 2020, cinco años en los que invertirán más de 2 millones de euros cada uno en contratar personal altamente cualificado o comprar tecnología punta con la que equipar sus laboratorios.

Tanto José López como Andrés Aguilera se sienten afortunados por haber conseguido sus proyectos ERC, si bien insisten en que no habría sido posible sin las numerosas horas de esfuerzo y empeño que han dedicado a sus proyectos previos. En una convocatoria tan competitiva como ésta, en la que mides fuerzas con los mejores investigadores senior de toda Europa, rendirse no es una opción. Y es que ambos aplicaron anteriormente a esta convocatoria, pero no fue hasta su segundo intento cuando consiguieron tener éxito. Lejos de rendirse, volvieron a la carga con más fuerza, consiguiendo sus objetivos: “El científico tiene que ser un mutante de resistencia, los fracasos no le hunden”, bromea López Barneo y explica que “estos proyectos son evaluados por un comité de expertos internacionales que tiene en cuenta en primer lugar tu Currículum Vitae. Primero tienes que demostrar que eres un investigador activo capaz de producir ciencia excelente. Luego está el proyecto en sí, que ha de ser innovador, aportar ideas originales y estar muy bien planteado”.
En la última convocatoria ERC Advanced sólo hay 13 concedidos en toda España y los dos de la US son los únicos que se han aprobado en la mitad sur de nuestro país. En esta convocatoria ERC existen además otras dos categorías: Starting, para la etapa inmediatamente posterior a la postdoctoral, y Consolidator, que como la palabra indica sirven para consolidar un grupo en una etapa aún temprana. “Una vez que tu equipo ya está consolidado puedes optar a los Advanced, siempre teniendo en cuenta el nivel de competitividad al que vas a exponerte. Estos proyectos los consiguen grupos que llevan tiempo en primera línea” aclara Andrés Aguilera.Ambos investigadores insisten en que aunque sus proyectos plantean preguntas relevantes en el ámbito biomédico, no son de ciencia aplicada, sino que son proyectos de investigación fundamental, eso sí, abordados desde una perspectiva que Europa denomina “en la frontera del conocimiento”.